Los Increíbles 3: Ya tiene director, pero no el mismo que las anteriores
La esperada tercera entrega de la franquicia Los Increíbles fue una de las noticias destacadas en eventos recientes de Disney. La confirmación del regreso de la familia Parr para una nueva aventura ha generado mucha expectativa.
Sin embargo, esta producción llega con un cambio significativo detrás de cámaras: Brad Bird, director de las dos primeras películas y ganador del Óscar por la original y Ratatouille, no estará al frente de la dirección en esta ocasión.
Aunque no dirigirá, Bird se mantendrá fuertemente vinculado al proyecto, asumiendo el rol de guionista de Los Increíbles 3.
Entonces, ¿quién tomará la silla del director? Según reportes, el elegido es Peter Sohn, un colaborador cercano de Brad Bird en múltiples proyectos de Pixar, incluyendo las dos primeras cintas de Los Increíbles.
Sohn es una figura con trayectoria en el estudio, habiendo dirigido Un gran dinosaurio y, más recientemente, la aclamada Elemental, por la que recibió una nominación al Óscar a Mejor Película Animada. Su elección es vista como una sucesión natural dentro del equipo.
El motivo de que Brad Bird no dirija esta entrega no se relaciona con desacuerdos creativos o falta de confianza, sino con compromisos de agenda. Bird se encuentra inmerso en la preproducción de Ray Gunn, un proyecto animado para Skydance Animation que ha deseado realizar por décadas. Esta película narra la historia de Raymund Gunn, el último detective privado humano en un futuro compartido por humanos y alienígenas.
Además del regreso de Brad Bird como guionista y productor, Dana Murray, conocida por su trabajo en Soul, también vuelve como productora en Los Increíbles 3, añadiendo otro sello de calidad al equipo creativo.
Con una recaudación combinada que supera los 1,800 millones de dólares a nivel mundial y un Óscar en su haber, la saga de Los Increíbles es una de las más queridas de la animación. La llegada de una nueva película con un director que conoce bien el universo de Pixar y la franquicia genera gran anticipación.